

Por Edward Brooks* y Jorge L. Villacís**
*Universidad de Oxford
**Universidad de Navarra
Palabras clave: REP, educación del carácter, ética de la virtud, estudiantes, educación superior
Hace setenta y cinco años, la Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH) promovió una visión de la educación “apuntando al pleno desarrollo de la personalidad humana y al fortalecimiento del respeto por los derechos humanos y las libertades fundamentales” (Naciones Unidas, 1948, 4.7) . En 2015, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas llevaron esta visión aún más lejos y establecieron en el ODS 4 que “los conocimientos, las habilidades, los valores y las actitudes que los ciudadanos necesitan para llevar una vida productiva, informando a las personas y asumiendo roles activos a nivel local y mundial para abordar y resolver los desafíos mundiales mediante la educación para el desarrollo sostenible y la educación para la ciudadanía mundial” (Educación, ciencia y cultura de las Naciones Unidas). [UNESCO], 2017, pág. 14).

¿Qué significa para las universidades esta educación para la ciudadanía global, que incluye el desarrollo de “valores y actitudes” así como de conocimientos y habilidades? ¿Cómo se relaciona dicha enseñanza con las funciones básicas de investigación y capacitación en un campo de estudio? ¿Y qué significa esto en un contexto global difícil donde crisis como el cambio climático, el COVID 19, los conflictos militares y el aumento del costo de vida parecen superponerse? En este artículo, argumentamos que la agitación global actual debería alentar la reflexión sobre el propósito y el contenido de la educación superior. En particular, proponemos que la oportunidad y responsabilidad de las universidades globales de promover el bien común implica una necesaria renovación de la formación del carácter.
Tal renovación no es ajena a la misión y finalidad de las universidades según sus documentos oficiales y declaraciones institucionales. En este artículo, presentamos un análisis temático de las declaraciones de misión de 17 universidades globales. Nuestra muestra estuvo compuesta por las diez mejores universidades en el ranking THE 2022, así como las mejores universidades de África, Australasia, Asia Oriental, Europa (más allá del Reino Unido), América Latina, Medio Oriente y el sur de Asia. Encontramos un alto grado de superposición en el énfasis en las declaraciones de misión y propósito de la universidad. Casi todas las universidades encuestadas describieron su función principal en términos de doble núcleo, utilizando los términos estándar ‘educación’ e ‘investigación’. A su vez, existe una priorización compartida del objetivo social. Todas las instituciones de la lista tienen este énfasis, algunas hablan en términos generales de su misión de “beneficiar a la sociedad”, otras elaboran con énfasis en el bien público, el bien común, el bienestar de la sociedad, la economía, el medio ambiente y el mundo natural. El horizonte global está presente en todos los casos, pero la mayoría también enfatiza las comunidades nacionales y/o locales.
Este artículo propone que se necesita un énfasis renovado en la educación del carácter para avanzar en la educación superior para que las universidades realicen su aspiración de desarrollar “ciudadanos y líderes ciudadanos al servicio de la sociedad” (Harvard College, 2022). . Sin embargo, para que tal renovación sea fructífera, creemos que debe basarse en un marco teórico riguroso, un enfoque pedagógico probado y una orientación práctica relevante para los intereses de los estudiantes. Creemos que es necesario ir más allá de los marcos genéricos para conceptualizar más sólidamente el desarrollo del carácter en las universidades. El enfoque neoaristotélico de la educación del carácter (cf. Kristjánsson, 2015) proporciona, desde nuestro punto de vista, una teoría del carácter y su desarrollo que integra los últimos conocimientos de la investigación científica social con la filosofía moral y educativa contemporánea. Con respecto a la eficacia de la instrucción, investigaciones multidisciplinarias recientes sugieren el potencial de siete estrategias para cultivar las virtudes del carácter en la educación superior (Brant et al., 2022; Lamb et al., 2021): (1) Habituación a través de la práctica, (2) reflexión personal , (3) contacto con modelos virtuosos, (4) alfabetización virtuosa, (5) conciencia de las variables situacionales, (6) recordatorios morales y (7) amistades con responsabilidad mutua. Finalmente, vincular la teoría y la práctica pedagógica requiere comprender las preguntas que se hacen los estudiantes, los desafíos que enfrentan y las ambiciones que tienen. Un ejemplo de este enfoque fue aplicado por el proyecto de carácter de oxford, una iniciativa interdisciplinaria de la Universidad de Oxford centrada en el desarrollo del carácter y el liderazgo responsable en estudiantes de posgrado. De acuerdo con los intereses de los estudiantes en convertirse en líderes mundiales, el Proyecto de personajes de Oxford promueve la adquisición de las virtudes del liderazgo ético para afrontar con éxito la complejidad e incertidumbre de la sociedad actual.
Fuentes de imagen: pixabay
Los aspectos destacados por la visión educativa de la DUDH, su apuesta por una educación abierta a todos y orientada al desarrollo de las personas y la sociedad, fueron renovados en 2015 por Naciones Unidas en el ODS 4 (Educación de calidad). Si bien las universidades afirman ampliamente esta visión en sus propias declaraciones de misión, el desarrollo intencional de valores y actitudes va a la zaga del desarrollo de conocimientos y habilidades. Una renovación de la educación del carácter en las universidades, en consonancia con la renovación de la ética de la virtud y el desarrollo del carácter en la teoría y la práctica de la educación general, tiene el potencial de llenar el vacío en la educación de los estudiantes como ciudadanos del mundo.
Las referencias
Brant, J., Brooks, E. y Lamb, M. (2022). Cultivar la virtud en la universidad. Prensa de la Universidad de Oxford.
Universidad de Harvard. (2022). Misión, visión e historia.
Kristjansson, K. (2015). La educación aristotélica del carácter. Routledge.
Lamb, M., Brant, J. y Brooks, E. (2021). ¿Cómo se cultiva la virtud? Siete estrategias para el desarrollo del carácter de posgrado. Revista de educación del carácter., 17(1), 81-108.
Las Naciones Unidas. (1948). declaración Universal de los Derechos Humanos.
Organización de las Naciones Unidas para la Educación, C. y C. (2017). Desglose del Objetivo de Desarrollo Sostenible 4: Guía Educación 2030.
Cómo citar esta entrada:
Brooks, Edward y Villacis. Jorge L. (2023). Renovar la educación del carácter en las universidades. Aula Magna 2.0 [Blog].
Entradas,educación del carácter,Educación superior,estudiantes universitarios,ética de la virtud,REP
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