La epilepsia se caracteriza por convulsiones repentinas e incapacitantes que pueden poner en peligro la salud de la persona que las desarrolla.
En España se estima que hay 350.000 casos de epilepsia y, de ellos, el 25% padece un tipo que no mejora con medicación, denominado refractario. Para estos casos, los tratamientos de termocoagulación o la cirugía ofrecen una alternativa para mejorar el control de las crisis; pero, para obtener buenos resultados, primero es necesario localizar el centro epiléptico en el cerebro, ya que es la zona que provoca estos ataques.
Dr. Antonio Gil-Nagel Rein, director de la unidad de epilepsia del Hospital Ruber Internacionalexplica que “esta localización del foco epiléptico es sencilla cuando es visible en la resonancia magnética cerebral, pero se complica cuando es normal, en aproximadamente el 75% de los pacientes”.

Recientemente, la incorporación de una nueva técnica mínimamente invasiva permite localizar el foco epiléptico en 9 de cada 10 pacientes con enfermedad refractaria mediante electrodos. Y, si además se combina con la termocoagulación, puede ayudar a eliminar esta zona enferma del cerebro sin recurrir a la cirugía. “Durante los últimos años Se han desarrollado dos técnicas, la estereoelectroencefalografía o E-EEG y la termocoagulación, que juntas permiten localizar y tratar el foco epiléptico cuando la resonancia magnética o la resonancia magnética es normal”, dice el Dr. Gil-Nagel.
Te contamos todo sobre los beneficios de combinar los dos tratamientos en personas con epilepsia y los resultados obtenidos en el primer estudio en España.
Nueva técnica para la epilepsia refractaria, en estudio
Este tratamiento utiliza conjuntamente los electrodos profundos del sistema E-EEG y la técnica de termocoagulación para evaluar la cirugía en personas con epilepsia refractaria, que en algunos casos no es necesaria.
Según el primer estudio realizado en España por el Hospital Ruber Internacional y publicado en la revista de la Sociedad Española de Neurología, esta nueva técnica para el tratamiento de la epilepsia permite identificar el foco epiléptico en muchos pacientes en los que antes era imposibley también sus resultados avalan su uso.
Esta investigación, en la que participaron 71 niños y adultos, reveló que en el 90% de los casos el foco epiléptico fue localizado y tratado mediante termocoagulación o cirugía. Por otro lado, en el 77% de los casos la operación obtuvo un resultado positivo.
De igual forma, la Dra. Gil-Nagel añade otros datos relevantes del estudio: “La mayoría de los pacientes operados estaban libres de convulsiones o con convulsiones poco frecuentes. que no interfieran con su actividad habitual. En todos se observó una clara mejoría en su calidad de vida, se logró reducir la medicación antiepiléptica y en algunos casos suspenderla. La termocoagulación eliminó el foco de epilepsia y evitó la cirugía en aproximadamente el 5% de los casos casos “.
Por lo tanto, una vez identificado el foco epiléptico, puede ser tratado por termocoagulación, utilizando los mismos electrodos ya colocados. De esta forma, se realiza un procedimiento menos invasivo y, en caso de ser necesario, sirve para evaluar una posible intervención quirúrgica.
Primero: Localiza el foco epiléptico con el sistema E-EEG
Antes de la cirugía o termocoagulación, es importante encontrar el foco que provoca las crisis epilépticas, y esto es posible con el nueva técnica de estereoelectroencefalografía o E-EEG.
El sistema E-EEG consiste en colocar electrodos en áreas de la corteza cerebral para monitorear la actividad eléctrica en el cerebro. Posteriormente, con estos registros se elabora un mapa tridimensional del foco epiléptico. Esto permite identificar el área afectada y luego tratarla mediante termocoagulación o tratamiento quirúrgico.
Tradicionalmente, la localización del foco epiléptico se realizaba mediante craneotomía, que es un procedimiento más agresivo. Sobre este tema, el experto nos cuenta que “la localización del foco epiléptico se realizó con electrodos subdurales cuya colocación es más agresiva, requiriendo una apertura del cráneo de varios centímetros (craneotomía), lo que implica un mayor riesgo de complicaciones significativas”. , infecciones o hemorragias, y solo se pueden mantener unos días, por lo que a veces no hay tiempo suficiente para detectar ataques epilépticos”.
Segundo: Aplicar termocoagulación o cirugía
Una vez localizada la zona a tratar, la técnica de termocoagulación por radiofrecuencia permite eliminar tanto el foco epiléptico como los tractos de propagación y, en ocasiones, no es necesaria la cirugía posterior.
La termocoagulación se realiza de forma guiada con el sistema E-EEG, que permite utilizar los mismos electrodos ya insertados para administrar una corriente eléctrica regulada para eliminar el foco epiléptico. El experto señala que “Esta técnica mejora el control de las convulsiones y, en algunos pacientes, incluso permite el control completo de las convulsiones y no requiere cirugía.“. Si no se logra un control de ataque suficiente, la información obtenida es muy útil para preparar una operación posterior más efectiva.
Finalmente, el experto añade que “también es posible realizar varios estudios estereo-EEG y tratamientos de termocoagulación en un mismo paciente durante varios meses y así añadir a cada procedimiento una reducción del tamaño del foco epiléptico hasta que el control de las crisis sea suficiente”. , evitar la cirugía”.
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