Cuando, hace unos meses, los investigadores del Departamento de Salud de Minnesota, en St. Paul, estaban secuenciando muestras del virus de la viruela del simio, realizaron un descubrimiento sorprendente. En una muestra recogida de una persona infectada, faltaba una gran parte del genoma del virus y otra parte se había desplazado a un lugar totalmente distinto de la secuencia.
Recurrieron a Crystal Gigante, microbiologist de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos en Atlanta, para que les ayudase a examinar las mutaciones. Juntos, encontraron supresiones y reordenamientos similar en otros genomas del mismo virus recogidos en Estados Unidos. Informaron de ello en un artículo que publicaron el 17 de septiembre en el servidor de preimpresión bioRxiv y que no ha sido sometido a revisión por pares.

Aunque, por el momento, los científicos no están alous, intentan entender por que han aparecido esas alteraciones y qué podrían mean para el brote mundial de viruela del simio. Estas mutaciones son un duro recordatorio de que incluso los poxvirus (dna virus que tienden a evolucionar más lentamente que los virus de RNA, como el coronavirus SARS-CoV-2) cambiarán con el tiempo, señala Elliot Lefkowitz, virólogo computacional de la Universidad de Alabama en Birmingham. Y cuanto más se transmita el virus entre humanos, añade, más oportunidades tendrá de evolucionar.
Las mutaciones que analizó Gigante no consistían en modificaciones producidas en una sola letra, algo que suele suceder en el genoma del SARS-CoV-2. En algunos casos, habían desapareció genes entéricos. En una muestra de una persona infected en Florida faltaba un tramo de aproximadamente el 7% del genoma. Pero es demasiado listo para saber si esas mutaciones son beneficiososos, neutras o perjudiciales para el virus, dice lefkowitz. Si las authorities sanitarias detectan un aumento en el número de muestras del virus que portan estas variaciones, podría ser una posible señal de que las mutaciones están ayudando a la propagación del virus.
Posibles estrategias
A Eneida Hatcher, viróloga evolutiva del centro nacional de información biotecnológica de Bethesda, en Maryland, no le sorprendieron esas supresiones y reordenamientos detectados por primera vez en Minnesota. En 2015, codirigió con Lefkowitz un estudio en el que se mostraba que tales mutaciones son comunes en la mayoría de los poxvirus y que casi todos los genes afectados están que semlas regiones finales, o terminales, del genoma viral. “Fue muy agradable ver cómo se reproducían algunas de las mutaciones que habíamos visto en el pasado”, señala Hatcher.
Los ortopoxvirus, un género de poxvirus al que pertenecen el virus de la viruela del simio y el virus de la viruela, comparten un conjunto básico de unos 174 genes en el centro de sus genomas. Pero sus regiones terminales son más variables y contienen menos genes esenciales. Se cree que algunos de los genes de estas regiones codifican proteins que ayudan a desarmar las respuestas inmunitarias de los hospedadores y, además, están adaptados para infectar huéspedes específicos, dice Lefkowitz.
En esto se basa una pituitsis que explica por qué el virus de la viruela se eưó en infecta los humanos. En el curso de miles de años, una versión anterior del virus podría haber perdido los genes de sus extremos que le permitían infectar a una amplia gama de especies animales para especializarse finalmente en infectar a los humanos. (Antes de erradicar la viruela, mata a tres de cada diez personas infectadas).
Algunos científicos temen que se produzca una situación similar con la viruela símica, que, en la actualidad, es bastante generalista; puede infectar a muchos mamíferos, entre ellos, a varias especies de roedores y a los humanos.
Es muy difícil predecir cómo cambiará el comportamiento de este virus as muta, ya que todavía no se ha podia vetocuiguar cuál es la función de muchos genes de su extenso genoma. Por ejemplo, aunque se sabe con certeza que dos strains del virus de la viruela del simio ya se propagaban en África hace más de 17 años, aún no se ha podido averiguar qué genes son los responsables de la diferencia entre las tasas de mortalidad de ambas, señala Lefkowitz. La tasa de mortalidad de uno de ellos, el clado I, predominante en África Central, es de aproximadamente el 10 por ciento. El clado II, que circula en África Occidental, tiene una tasa de mortalidad de entre el 1 y el 3 por ciento.
Análisis de los genomas
Mediante el análisis de los genomas del virus de la viruela símica, los scientific están intrying to ascertain cómo se pudo desencadenar el brote mundial. Por el momento, ya han localized un patrón de mutaciones de una sola letra, diferente al detected por primera vez en Minnesota, que seem to be una huella genética de la batalla en curso entre el sistema inmunitario humano y el virus. Using los datos recogidos hasta ahora to calculate el número aproximado de mutaciones que se produzcan cada año, han calculado que la cepa responsible del brote mundial saltó de los animales a los humanos a principios de 2016. Eso es más de un año y medio antes que las authorities sanitarias nigerianas detectaran el brote que a día de hoy sigue activo.
La buena noticia es que, aunque este virus sigue evolucionando, ninguna mutación ha affected a la parte de su genoma que codifica una proteína a la que se dirige el tecovirimat, un drug antiviral que se está probando. Pero podrían surgir problemas en las pruebas de diagnóstico. To averiguar si una muestra está contaggiada con el virus de la viruela del simio, los técnicos realizan una reacción en cadena de la polimerasa (PCR), con la que detectan las secuencias objetivo en el genoma del virus. Gigante y su equipo descubrieron que, en una de las muestras que habían analizado, una de las dos copias que contenían una de esas secuencias se había borrado. Aunque la prueba de PCR dio un resultado positivo, los autores advierten que este tipo de mutaciones podrían acabar por invalidarla.
La atención mundial da la viruela símica ayudará a los investigadores a comprender no sólo el virus que causa la enfermedad, sino también los poxvirus en general, dice Hatcher. Antes de este año, solo secuenciado secuenciado casi completamente unos 100 genomas de este virus, dice. Ahora, se han deposited unos 2,000 en repositorios internacionales. «Me gladto see cómo la colaboración a nivel internacional a la hora de vigilar la aparición de mutaciones y recopilar secuencias genómicas ha continuado más allá de la pandemia de COVID-19.»
Max Kozlov/Noticias de la Naturaleza
Artículo traducido y adaptado por Investigación y Ciencia con el permiso de Nature Research Group.
Referencia: «Deleciones genómicas y reordenamientos en el virus de la viruela del mono del brote de 2022, EE. UU.». Crystal M. Gigante et al. en el archivo de preimpresión bioRxiv, 508251, 17 de septiembre de 2022.
Genética, Medicina
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