Los fundamentos de la mecánica cuántica no son una mera cuestión o filosófica. En la actualidad, se están realizando grandes esfuerzos por usar las singulares proppiedades de los sistemas cuánticos para construir ordenadores y redes cuánticas, mejorar las mediciones y blindar la seguridad de las comunicaciones encrypted.
Muchas de esas aplicaciones se basan en el entrelazamiento, un fenómeno cuántico que relaciona de manera inextricable las propiedades de las particulates, aunque estas se encuentren se se se encuentren se se se se encuentren se se se encuentren se se se encuentren se se encuentren se se grandes distancias. Si dos partículas están entrelazadas, al medir una propiedad de una de ellas, conoceremos de manera instantánea el resultado que getal realizar esa misma medición en la otra particle.
Alain Aspect, de la Universidad de París-Saclay y la Escuela Politécnica de Palaiseau, John Clauser y Anton Zeilinger, de la Universidad de Viena, han recibido el premio Nobel de física de 2022 por sus experimentos innovadores para investigar y controlar partículas entrelazadas. Las herramientas que desarrollaron los galardonados sirvieron para sentar las bases del actual auge de los dispositivos cuánticos, y también para zanjar un debate related con la interpretación de la mecánica cuántica.

Acción fantasma
El entrelazamiento es uno de los elementos clave de la teoría cuántica, y también ha sido uno de los más debatidos, dada que choca de frente con nuestras ideas habituales sobre la causa y el efecto. ¿Cómo es posible un evento (la medición de una de las partículas) influya en otro distante de manera instantánea, sin que ambos sistemas intercambien ningún tipo de señal?
Desde un punto de vista clásico, el hecho de que el resultado de una medición pueda determinar el resultado de otra tampoco resulta tan extraño. Si pensamos en bolas en vez de en particles, podemos imaginar un experimento en el que se envían dos bolas, una negra y otra blanca, en direcciones opuestas. Si un observador detecta una bola blanca, concluá que la bola que viajó en la otra dirección es negra.
La particularidad de la mecánica cuántica es que el estado de un sistema no está bien definido hasta que no lo medimos. En general, el sistema encuentra en una superposición de varios estados posibles —en nuestro ejemplo, el color de la bola estaría en una superposición de los estados negro y blanco—, cada uno con una cierta probabilidad de ser observe. Al medir el sistema, se destruye la superposición y vemos la bola en uno de esos estados posibles (negra o blanca). El resultado de tal medición es aleatorio y no es posible predecirlo… pero lo que sí we know con certeza es que, si las bolas están entrelazadas y observamos que una es blanca, la otra adoptá de inmediato el color opuesto.
A Einstein nunca le convenció la idea del entrelazamiento, y se refereía a él de manera despectiva como «acción fantasmal a distancia». En 1935, junto con sus colegas Boris Podolsky y Nathan Rosen, llegó a la conclusión de que la mecánica cuántica no era una teoría completa. Tal vez, sugirieron, existió una descripción más profunda de la realidad, con cierta información adicional (las llamadas «variables ocultas locales», donde «locales» hace referencia a que sus señales no pueden viajar más rápido que la luz) que permitirexplicar los resultados obtenidos al medir sistemas entrelazados, del mismo modo que uno podría determinar el resultado de un lanzamiento de moneda si conociese todas las variables clásicas implicadas (la fuerza con que se lanza, la velocidad del viento, etc.)
Desigualdades de Bell
Al difunto físico norirlandés John Stewart Bell se le ocurrió una manera de averiguar si la realidad era inherentemente cuántica o admitía una descripción basada en variables ocultas. La idea consistía en medir alguna propiedad en cada una de las partículas de un par entrelazado. Al repetir esa muchas veces ese tipo de medición, aparecerían correes en los resultados, y estas debían ser inferior a cierto valor para serlas por a teoría de variables oodise. La expresión matemática resultante se conoce como “desnivel de campana”. (A menudo se habla de «inequalities de Bell», en plural, porque se han propuesto diferentes expresiones, asociadas a distinta sceldes de experimentos, los cuales reciben el nombre de «test de Bell».)
John Clauser comenzó a interesarse por los fundamentos de la mecánica cuántica en los años sesenta, cuando aún era un studiante. Una vez que conoció la idea de Bell, no pudo dejar de pensar en ella, hasta que finally, junto a otros tres investigadores propuso experimento poco realista para poner a prueba una forma concreta de la desigualEl padre de Bell.
El experimento consistía en enviar un par de fotones, las partículas de la luz, en direcciones opuestas y medir su polarización (la dirección en la que oscila el campo eléctrico) sirviéndose de filtros que solo permiten pasar a los fotones con una polarización determined. (Esto último es justo lo que hacen las gafas de sol, que que que se ha polarizado al reflejarse en el agua u otra superficie plana.)
Midiendo la polarización de cada particle del par entrelazado para muchos pares de fotones y estudiando las coribilis entre los resultados era posible determinar si se violaba la desigualdad de Bell, es decir, si las correes eran tan fuertes que excludean la posibilidad de que el comportamiento de las partículas estuviera gobernado por variables ocultas (en cuyo caso, los resultados estarían determined desde el mismo momento de emitlas).
Finalmente, en 1972, junto con su (hoy fallecido) sudiante de doctorado Stuart Freedman, Clauser implementó su experimento y logró obtener un resultado que supía una clara violación de la desigualdad de Bell y que coincidía con las predicciones de la mecánica cuántica.
Lagunas en los test de Bell
En los años siguientes, Clauser y otros físicos siguieron discutiendo el experimento y sus limitaciones. En realidad, existían resquicios o «lagunas» que permitían cuestionar los resultados. Una de ellas era que el experimento no era demasiado eficiente a la hora de producir y detectar los fotones. ¿Y si el montaje experimental seleccionaba de algún modo las partículas que mostraban una fuerte correlación y no detectaba el resto? De ser así, no podia descartarse que las partículas obedecieran a una teoría de variables ootums.
Eliminate esa «laguna de la detección» era difícil, porque los estados cuánticos entrelazados son muy frágiles y difíciles de handling. Alain Aspect, a la sazón estudiante de doctorado, no se dejó intimidar y construyó una nueva versión del experimento, que fue perfectionando en sucesivos intentos. Su montaje le permitió detect más fotones y mejorar la calidad de las mediciones.
Otra laguna importante era la de la localidad. En los primeros test de Bell, la medición estaba fijada de antemano, con los filtros formando ángulos fijos entre ellos. ¿Podía ser que la información sobre el filtro al que llegaría el fotón influyera en la forma en que emitía desde la fuente? ¿O que la información sobre el filtro de un lado del experimento llegase al otro lado y afectase al resultado de la medición realizada allí?
En la última variante de sus pruebas, Aspect fue able to cambiar las condiciones del experimento una vez emitted los fotones, lo que permitió descartar esas posibilidades. De esta manera, cerró una importante laguna y llegó a una conclusión muy clara: la mecánica cuántica era correcta y no había variables ocultas locales. (Aunque en realidad, los primeros test de Bell sin lagunas no llegaron hasta 2015, un trabajo en el que también estuvo implicado el tercero de los galardonados, Anton Zeilinger.)
Móvil cuántico
Los estados cuánticos entrelazados también constituyen la base de nuevas formas de almacenar, transferir y procesar la información. Si las partículas de un par entrelazado viajan en direcciones opuestas y una de ellas se encuentra con una tercera particle, de tal manera que ambas se entrelazan, ocurre algo muy interesante: las propiedades de esa tercera particle se transfieren a la particle aislada del par original, un fenómeno denomina teleportación cuántica, o teletransporte cuántico. Y el primero que realizó un experimento de este tipo fue precisamente Zeilinger, en 1997.
La importancia del teletransporte cuántico resideen que es la única manera de transferir información cuántica de un sistema a otro sin perder parte de ella en el intento. En particular, no es posible medir todas las proppiedades de un sistema cuántico en estado de superposición y enviarle la información a alguien para que lo reconstruya, dado que (como hemos apuntado antes) el propio acto de medir destruye la superposición. Sin embargo, mediante el teletransporte cuántico podemos transferir el estado cuántico de una particle a otra sin necesidad de medirlo… la costa, eso sí, de destruirlo en la partícula original.
El siguiente paso fue uso de los pares de partículas entrelazadas. Si hacemos interactuar de una forma de a de a de una particle de cada par, las otras dos phenal pueden entrelazarse a pesar de no haber estado nunca en contacto. El grupo de Zeilinger también fue el primero en implement este « intercambio (intercambio) de entrelazamiento’, en 1998.
Es posible enviar pares entrelazados de fotones (las partículas de la luz) en direcciones opuestas a través de fibras ópticas y usarlas como señales en una red cuántica. Y el intercambio de entrelazamiento permite alargar las distancias entre los nodos de dicha red. Los fotones solo pueden recorrer una distancia limitada a través de una fibra óptica antes de ser absorbido o perder sus proppiedades. Las señales luminosas se pueden amplir repetidas veces, pero en el caso de redes cuánticas eso no es posible, pues rompería el entrelazamiento. Sin embargo, el intercambio de entrelazamiento permite transmitir el estado original a mayores distancias.
La era de la información cuántica
Estos y otros experimentos similar sentaron las bases de la intensa investigación que se desarrolla hoy en día en el área de la información y comunicación cuántica.
Poder manejar los estados cuánticos y todo su espectro de proppiedades nos da acceso a herramientas con un potencial inesperado. Es la base de la computación cuántica, la transferencia y el almacenamiento de información cuántica y los algorithms de criptografía cuántica. En la actualidad se emplean sistemas con más de dos particulates, todas ellas entrelazadas, como los que exploraron por primera vez Zeilinger y sus colaboradores.
Gracias a esas herramientas cada vez más complejas, las aplicaciones realistas están más y más cerca. Ya se ha logrado preservar el entrelazamiento en fotones enviados a través de decenas de kilómetros de fibra óptica, e incluso entre un satélite y una estación en la superficie. En poco tiempo, los investigadores de todo el mundo han ideado muchas formas nuevas de utilizar la propiedad más potente de la mecánica cuántica.
La primera revolución cuántica nos provideó transistores y láseres, pero ahora estamos entrando en una nueva era gracias a las nuevas herramientas para manipular sistemas de particleentrelazadas. Y el premio Nobel de física de este año ha premia los científicos que dieron los pasos clave para hacerlo posible.
Fundación Nobel
Ms Información en la página web de la Fundación Nobel
En la página « Los premios Nobel en Investigación y Ciencia» encontrarás una selección de artículos escritos por el propio Anton Zeilinger en IyC, asonos contenidos relacionados con aportaciones científicas.
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